Api apareció en la puerta de la protectora, alli estaba junto al contenedor, en el momento en que nos vió se tumbó en el suelo, tal vez esperaba que le riñeramos, pero mira tú... nada mas lejos de la realidad... entre caricias y galletitas lo alojamos con los demás, eso sí, primero, un baño, que el pobrecito iba lleno de barro... Esto pasó hace ya casi un año... y aquí sigue, tan dócil y bueno como siempre... esperando a que llegue un dueño, el suyo...
miércoles, 21 de abril de 2010
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